Airbnb, Uber y BlaBlaCar han llegado a España para quedarse, pero no los ingresos que generan por su actividad. Tributan únicamente en nuestro país por actividades de promoción y marketing que cargan a sus matrices. La actividad principal de cada una de ellas va a parar a Irlanda, Holanda y Francia, respectivamente. Todas ellas consolidan cuentas en dichos países y no aportan datos por territorios ya que, según la legislación, al no ser compañías cotizadas, no están obligadas a mostrar sus cifras. Así, en sus últimas cuentas disponibles pagaron entre las tres 111.235 euros a la Hacienda española por sus resultados y ganaron tan solo 183.101 euros.